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A. Alvarez

El norte de Papua Nueva Guinea: Donde las olas son Libres….

Actualizado: 24 ago 2021


El norte de la “Gran Isla”, esconde un misterioso secreto, un secreto envuelto en aguas de color verde tan oscuras como la mismísima jungla, un secreto rodeado de corales, playas y rompientes aislados de “todo” y de todos, un secreto guardado durante años, por Clanes y Tribus que han perdurado en el tiempo, como si el mundo se hubiera olvidado de ellos...En definitiva, un secreto por el que merece la pena el duro y largo viaje hasta esta remota y difícil área de Papua Nueva Guinea.

bodyboard Papua new guinea

El día empieza muy temprano, aun el sol no ha asomado del todo, el viento, por el contrario, se levanta soplando ligeramente de cara al mar, como si buscara “animarlo”, el olor a mar se siente, incluso aunque estemos en mitad de la jungla. Revisamos equipo y salimos rumbo a explorar, a bordo de un viejo y destartalado 4x4, que nos ha conseguido nuestro colega en el pueblo, a cambio de llenar el depósito de gasolina, unas cervezas y algo de desayuno, un tramo más de la larga y difícil costa del Norte de Vanimo.

Al cabo de unos treinta minutos, de carreteras imposibles entre árboles, ríos, piedras…Empieza aparecer los primeros Clanes, que nos reciben como si hubieran visto a un extraterrestre, mirándonos fijamente y observando que vamos hacer con esas extrañas tablas , esas cremas en la cara…Tras hablar con el Jefe del Clan, para pedirle permiso para pasar y ver su pequeño paraíso escondido, ahí esta, entre las palmeras y una pequeña franja de arena…Una izquierda que rompe muy seca, sobre un coral totalmente virgen y afilado, un tubo liso y perfecto. Un día más en este mundo perdido

Las pocas olas que tenían un nombre, eran casi imposibles de nombrar, por lo que nuestro colega y conductor nos hacía de traductor, nose si se inventaba los nombres, algunas otras más cerca de Vanimo, ya estaban en el mapa. Estas son algunas de ellas:

Lido Left:

Cerca del Pueblo de Vanimo, La pequeña Aldea de Lido, entre palmeras, villas y corales, esconde un secreto "enorme". Siguiendo el camino que atraviesa la villa, llegaras a una zona larga de coral, donde rompe una perfecta y larguísima izquierda, formando tubos gordos, secos y potentes…Los niños de esa villa te saldrán al paso para darte la mano, al grito de Wali – Wali (hombre blanco) y todo se parara en esta pequeña aldea, para ver como saltas al agua…Lo peor la corriente que te empuja todo el rato fuera de la baja.

Papua nueva guinea bodyboard
Papua nueva guinea bodyboard

Lido Right:

Al otro lado del poblado, con el único surf camp de toda la región (tres cabañas de madera sin electricidad todo el día), sale una derecha muy caprichosa y delicada con los vientos, pero que cuando rompe, puede darte el mejor de los baños.

Yako:

Bienvenido a la Tribu o Clan de los Yakos, treinta minutos hacia el norte, te encuentras con este poblado escondido tras una pequeña colina, los corales por aquí son puros y llenos de colores, sus gentes, aún viven como sus antepasados, algunos locales, usan tablones de madera (literal) para jugar con las olas que llegan a la orilla, su secreto, una potentísima y seca izquierda que sale justo delante de sus casas, a media marea incluso, se puede ver los corales asomando fuera del mar, la ola es interminable y el tubo llega hasta el final.

Papua Surf

Warimo:

En frente de las casas de este clan, salen dos picos, uno de izquierda y otro de derecho, los días que Yako estaba “indomable”, por estas tierras salían muy buenas olas.

Jail (La cárcel):

En frente de la prisión de Vanimo, muy cerca del pueblo, una pequeña ola "vigilada" muy de cerca por algunos locales, rompe muy seca sobre el coral. Una preciosa playa, como testigo de todo

Explorando el norte:

Siguiendo por la ruinosa y dura carretera hacia el norte, los poblados y los picos se van sucediendo uno tras otro, algunos clanes, no dejaron que nos tiráramos, para proteger a sus gentes. Comprensible, sabiendo como el “Famoso Surf” destruye los lugares, una vez se dan a conocer. Otros, por el contrario, te daban la bienvenida entre gritos y niños corriendo a saludarte.

“Lo que está claro es que las olas son realmente “libres” por estas tierras, aptas de verdad, para los más aventureros. Sus gentes guardan y cuidan su secreto, conocedores del Tesoro incalculable que poseen”.


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